jueves, 4 de abril de 2024

Nvidia e le futuro del cargas de programmation

In marco 2024, Jensen Huang, CEO de NVIDIA, esseva multo active facer le rotas sur circuitos medios e conferentias promonte le technologia NVIDIA como pilar del AI Generative e claimante que le codification traditional deveni obsolete a causa de avantias rapide in le intelligentia artificial (AI). Non solmente es programmatores a periculo de obsolescentia, ma mesmo le codice mesme que illes scribe poterea esser reimplaciate per rete neural. Durante le GTC (Conference de tecnologias GPU), Huang introduceva le platteforma de computation Blackwell, designate pro AI generative in real tempore sur modellos grande linguistic del parametros trillion. Huang anque promova NVIDIA NIM (Microservicios Inference) e APIs de Cloud de Omniverse. Huang envisiona NVIDIA como un componente clave del ecosystem a de grande jocatores in fluxo de datos e processamento.

jueves, 2 de septiembre de 2021

Extensión de la lucha de Michel Houellebecq

 


Los primeros poemas de Houellebecq aparecieron en 1985 en la revista La Nouvelle Revue. En 1991, publicó un ensayo biográfico sobre el escritor de terror H. P. Lovecraft con el subtítulo Contra el mundo, Contra la vida. Ese mismo año apareció un breve ensayo poético llamado Rester vivant que trataba del arte de escribir a pesar de la apatía y el disgusto por la vida. Mientras tanto, trabajó como administrador de computadoras en París.

En 1994 debutó con la novela Extension du domaine de la lutte, publicado por Maurice Nadeau (traducido al inglés por Paul Hammond y publicado como Whatever, en español el título es Ampliación del campo de batalla). La ampliación del campo de batalla fue una provocación, o un grito desesperado. El tono es políticamente incorrecto y la temática contenciosa y éticamente problemática, no solo por su valencia, sino por su tratamiento literario: mitomanía, misoginia, misantropía, psicopatía, depresión, y suicidio. 

Según los comentarios que he visto, los temas nihilistas recurren en su obra, y esta primera novela se pudiera considerar una búsqueda experimental de un estilo perturbador. 

Para aproximarnos al contenido, veamos primero la forma. La obra se divide en tres partes qué difieren en temática y estructura narrativa. La primera parte utiliza dos voces narrativas: una narración en primera persona del protagonista, alternando con un narrador qué asume la creación de la historia como un ejercicio terapéutico para escapar de una depresión. Estas dos voces no son referenciadas en los comentarios que he visto en Internet y pudiera ser una mal-interpretación de mi parte. Está el antecedente de las memorias de guerra de Shōhei Ōoka qué fueron traducidas al francés. El tema central las Memorias de Ōoka es la búsqueda de las fuerzas que motivan el comportamiento humano. La búsqueda del héroe existencial comienza con su conciencia del vacío y, por lo tanto, necesariamente implica el proceso de devenir a través de la creación de su propio sistema de valores. Ooka examina cuidadosamente su experiencia y busca el reconocimiento de su condición humana, un meta-análisis. Ooka, que vivió una experiencia crucial, examinó a Ooka, el "yo", que pasó por esa experiencia momento a momento en el pasado. El autor es el observador o el reconocedor, mientras que el "yo" es lo observado y lo reconocido. En contraste el "narrador" de la extensión de la lucha no reclama entender o analizar, solo liberar energía negativa y buscar consuelo de una depresión abrumadora. Es aparente que este narrador no es confiable. El narrador se va diluyendo después de la primera parte y solo queda el relato de la vida sin sentido y solitaria del protagonista. La voz del protagonista tampoco es confiable como se establece en la tercera parte, cuando en la historia misma, una psicóloga señala qué el protagonista evade su responsabilidad personal haciendo consideraciones abstractas sobre la realidad social. 

Cuando empecé a leer el libro, mis expectativas me hicieron percibir una imagen pintoresca del sinsentido de la vida del tecnócrata a la Dilbert. Pero considerando la obra en su conjunto se ve la estructura novelesca básica: la primera parte expone las premisas de la historia y del estado mental inicial del protagonista, la segunda describe la descomposición física y moral del protagonista, y la tercera concluye con la depresión y suicidio de este. Me da la vibra de Las penas del joven Werther de Goethe, es decir, un suicidio virtual qué sublima la energía negativa del autor, que así evita su suicidio en la realidad:

Mon propos n'est pas de vous enchanter par de subtiles notations psychologiques. Je n'ambitionne pas de vous arracher des applaudissements par ma finesse et mon humour. Il est des auteurs qui font servir leur talent à la description délicate de différents états d'âme, traits de caractère, etc.

En la novela, la vida se plantea como un absurdo, como un estado transitorio vacío y carente de significado, algo que se describe como cruzar a nado un río sin que haya orilla al otro lado, sin destino, sin un lugar al que llegar y en que descansar. Un seguir reglas para conformarse a las expectativas sociales. Sin embargo, no es suficiente con seguir las reglas. La sociedad es una jerarquía tanto en lo económico cómo en lo sexual, y el lugar que le corresponde a cada cual no lo puede definir o cambiar el individuo:

Le domaine de la règle ne vous suffisait plus; vous ne pouviez vivre plus longtemps dans le domaine de la règle; aussi, vous avez dû entrer dans le domaine de la lutte.

Se establece entonces un conflicto infranqueable entre las normas sociales y la libertad individual. 

El protagonista de la extensión de la lucha es un psicópata qué manipula a un colega aún más desesperado que él, virgen a los 28 años, para proponerle un asesinato aleatorio e inducirle un estado emocional que propicia su muerte en un accidente automovilístico, tal vez un suicidio. Una sala de espejos en una recurrencia del terror donde el autor inventa a un suicida qué induce al suicidio a una criatura inferior. 

El protagonista justifica su condición como el resultado de la configuración social contemporánea, más que un fracaso personal o una enfermedad mental. Pero una psicóloga cuestiona esta premisa sin que se ofrezca una resolución. En la historia también se considera el caso de un sacerdote qué pierde su fe y su sentido de vida de manera fortuita, sin que medie la mala fe o la falla moral de nadie. De hecho, la crisis se desencadena paradójicamente por el compromiso del sacerdote con su vocación. 

En resumen, según los comentarios, los elementos simbólicos que han consagrado a Houellebecq como una de las figuras más célebres del malditismo contemporáneo están presentes en Ampliación del campo de batalla, y volverán a repetirse, con distintos matices en obras posteriores, como en Las partículas elementales.

miércoles, 2 de diciembre de 2020

Piensa, trabaja, y triunfaras

Cuando siempre has vivido en el mismo lugar, no hay manera de describirlo, las cosas son como son y todos saben cómo es. Solo a los tontos les tienes que explicar cómo es la vida. La gente normal simplemente vive. Poco a poco, vacación tras vacación, foráneo tras foráneo, vas aprendiendo como son las cosas. De hecho, siempre has tenido la sensación de que tú también eres un foráneo, como te lo explico Miguel caminando a su casa de la escuela José Joaquín Fernández de Lizardi. 
- ¿Eres de Monterrey? 
 - Si, nací en la Conchita 
- ¡No!, no… Aunque hayas nacido aquí no quiere decir que eres de aquí. Para que seas de aquí, tus abuelos tienen que ser de aquí. Hay una manera de saber. En Navidad, ¿Quién trae los regalos? ¿Santa Clos o los Reyes Magos? 
- Santa Clos 
- ¡Ah! ¡Entonces si eres de aquí! ¿Cuántos viven en tu casa? 
- Mis papas, mis dos hermanos, Gloria, y yo 
- ¿Quién es Gloria? ¿Una prima? 
- No, no es mi prima. 
- ¿Entonces...? 
No sabias como explicarle, se te atragantaba la palabra sirvienta y no tenías fuerza para escupirla. Sin que agregaras palabra, Miguel espeto con gran entusiasmo y sorna: ¡Ah! ¡La gata! Así, poco a poco, los de adentro y los de afuera te van enseñado como eres, quien eres, donde estas. 

La Fernández de Lizardi estaba en el centro de Monterrey. Un centro rotundo, regular, solemne, y tranquilo que reflejaba el carácter sefardita del viejo Monterrey. La fachada del edificio estaba en la calle Serafín Peña pero tú nunca cruzaste esa puerta. desconocías los pilares cuadrados, las escaleras, las almohadillas, el diseño academicista tardío. Las imponentes puertas de madera labrada las conoces por dentro, para ti eran un portal a un mundo misterioso que se prometía luminoso en la penumbra de los inmensos pasillos. Para ti, el frente del edificio era el traspatio. Llegabas en la penumbra de la mañana, cruzabas el portón, el inmenso patio, subías las escaleras, te parabas un momento en la plataforma, entrabas al atrio. Subías unos cuantos escalones y navegabas los pasillos al salón de clases. En el mediodía, salías de la penumbra con el sol cegador picándote los ojos, de frente, como protegiendo la calle. Salías por Porfirio Diaz, volteabas a la derecha, y otra vez a la derecha caminabas por Aramberri. Cruzabas Juan Álvarez y Julián Villagrán, y llegabas a la alameda Mariano Escobedo; cruzabas el parque de álamos hasta Pino Suarez. Después de Cuauhtémoc llegabas al bullicio del mercado enfrente de tu casa. Era como salir de la historia y entrar en la modernidad. 




Al terminar la revolución, Monterrey era conocida como la ciudad de las escuelas. Estas escuelas eran en gran medida privadas, algunas eran internados para niñas bien, otras formadoras de industriales, otras, escuelas técnicas para entrenar secretarias o contadores. En 1927 el ayuntamiento y los vecinos, con el apoyo del gobernador Aaron Sáenz, decidieron transformar la plaza de San Jacinto en una escuela primaria. 

La idea era, al mismo tiempo, hacer un monumento imperecedero a la pujanza de la ciudad, y crear un semillero igualitario de ciudadanos comprometidos con la meritocracia regiomontana. Empezaron por cambiarle el nombre a la plaza de San Jacinto por plaza José Joaquín Fernández de Lizardi, un nombre más acorde con las divisas nacionalistas y modernizantes que motivaban a los líderes de Monterrey. El pensador mexicano se distinguía por ser un intelectual nacionalista que alzo su voz contra la censura, y con una obra de sátira social y fomento de la calidad moral. 




En el auditorio de la escuela quedo inscrito el lema de la escuela: Piensa, trabaja, y triunfaras. Para ti era un misterio la frasecita: ¿era un edicto o una promesa? Es por supuesto una expresión del etos, patos, y logos de la cultura sefardita regia, de gente que construyo prosperidad en el desierto, en medio de un ambiento hostil y foráneo. 

La Escuela Fernández de Lizardi se comenzó a construir en 1927 y la inauguró en 1930 el Gobernador Aarón Sáenz. Fue la primera de las llamadas monumentales y la única que no construye Fomento y Urbanizaciones. El arquitecto, el español Cipriano J. González Bringas, también diseño en 1934 la fábrica de dulces La Imperial ubicada en Venustiano Carranza y Arteaga. La construcción fue apoyada por el empresario José Calderón y la Asociación de Masones. El edificio, como lo indica claramente el nombre, es un monumento, con altísimos techos, paredes de sillar, y una fachada con almohadillado y pilares, al mismo tiempo austera y con pretensiones de elegancia. 

Estructuralmente el edificio forma una E, es decir, en una vita aérea se ve como una E mayúscula. La intención siendo dividir la escuela en un ala para niños, otra para niñas, y un núcleo común con el auditorio, salón de eventos, y oficinas administrativas. El edificio tiene sótano, dos plantas, asta bandera, y 26 salones de clase. En la azotea, un cuarto donde vivía Salome, el conserje. Para subir al cuarto de Salome había una escalera semi escondida, casi de caracol. Pero rectangular que cruzaba discretamente el auditorio. La forma de E tenía la ventaja adicional de formar dos patios que separaban de manera natural a los niños de las niñas. En realidad, el patio era tan grande que esos huecos de la E eran solo una pequeña parte, marcada por los bebederos. ¿recuerdas el día que quitaron la cinta que dividía el patio? ¿Como todos los niños se pasaron al lado de las niñas y viceversa? Después de ese primer día de exploración, cada uno volvió a su lado. La separación de niños y niñas era más solida que un mecate a medio patio. De hecho, todos salíamos del patio durante el recreo para comprar tamarindo o jícama con chile y limón, pero no intercambiábamos ni la mirada.

miércoles, 16 de septiembre de 2020

La máquina del tiempo

 Tomado de xataka

El ADN antiguo es el equivalente genético de un archivero atemporal. Así hemos encontrado los restos que en nuestro linaje genético dejaron neandertales o devinsonianos.


 

Escondido en los genomas de humanos antiguos, un grupo de investigadores han detectado un antepasado no identificado. Es decir, han encontrado restos genéticos que no pueden etiquetarse con ningún nombre, ni adscribirse a ninguna subespecie humana conocida. 

El equipo utilizó un algoritmo bayesiano para encontrar patrones en los genomas de varios neandertales, devinsonianos humanos arcaicos y dos modernos. La idea era encontrar "eventos de recombinación". Es decir, momentos en los que dos conjuntos de cromosomas se mezclaron. Así se dieron cuenta que, contra lo esperado, es muy probable que los primeros mestizajes entre neandertales y cromañones se remonten unos 250.000 años, mucho antes de lo que nos decía la historia tradicional. Hay entre un 3 y un 7% del ADN neandertal presente en los humanos actuales. En las regiones "súper arcaicas" del genoma hay como un conjunto de que no se sabe de donde sale. Podría tratarse en señales genéticas del Homo erectus. Hasta la fecha, nunca hemos encontrado ADN de este ancestro humano arcaico que desapareció de la faz de la tierra hace más de 100.000 años. Aunque una mera hipótesis, es una ventana a un pasado que de otra forma es inaccesible.

Hobbit

Tomado de lifeder.com y de Wikipedia

En este siglo XXI seguimos topándonos con descubrimientos de restos de especies antes desconocidas de homínidos.

El Homo floresiensis corresponde a una especie extinta del género Homo que es denominada también como “el hombre de las flores” y como “Hobbit”. Este último sobrenombre responde al pequeño tamaño característico de este espécimen que fue descubierto en 2003. 


 

El descubrimiento es ampliamente considerado como el más importante de su clase en la historia reciente, y fue toda una sorpresa para la comunidad antropológica. La nueva especie desafía muchas de las ideas de su disciplina. Desde el siglo XIX, cuando empezaron a descubrirse los primeros neandertales, no se habían descubierto otros homínidos coetáneos de Homo sapiens.

H. floresiensis es tan diferente en forma a otros miembros del género Homo que obliga al reconocimiento de una posible nueva e inimaginable variabilidad en ese grupo, y reafirma una tendencia intelectual lejana a la idea de la evolución lineal.

Sin duda este descubrimiento además echa más leña al fuego del perenne debate sobre los modelos africano y multirregional de la especiación de los humanos modernos, a pesar de que H. floresiensis no es propiamente un ancestro de estos. Ya se han oído voces argumentando en ambos sentidos.

 

Los restos esqueléticos de H. floresiensis y los depósitos que los contienen datan de hace aproximadamente 100.000 a 60.000 años, mientras que los artefactos de piedra atribuibles a esta especie varían de aproximadamente 190.000 a 50.000 años de edad. 

En el sitio fueron encontrados restos de otros nueve individuos que también suministraron información valiosa. Sin embargo, el único cráneo ubicado fue el de un cuerpo femenino que fue apodado como “Flo”, y para efectos de la investigación se le asignó la nomenclatura LB-1. 

Si bien todas las piezas del hallazgo configuraron las informaciones para llegar a la conclusión de que se trataba de una especie hasta ahora no conocida, sin duda lo que aportó los mayores indicios fue el cráneo hallado, ya que sus características fueron determinantes en este trabajo de clasificación. Pruebas hechas con base al carbono 14, luminiscencia y resonancia electrónica arrojaron que esta nueva especie existió en un periodo que va entre 38 000 y 18 000 años, lo que indica que convivió en el planeta con el Homo sapiens —hombre moderno—, aunque al día de hoy no existe ninguna evidencia de que hayan interactuado. 

A pesar de su relativa cercanía en la línea evolutiva de los homínidos, posee una morfología que presentaban especies mucho más antiguas. Se cree que el hecho de haber llegado a una isla y permanecer aislado, hizo que se viera menos afectado por las fuerzas evolutivas y conservara rasgos primitivos. 

Los restos que inicialmente fueron hallados, a simple vista parecían ser de un niño debido a su estatura que rondaba apenas un metro. Sin embargo, al apreciar el desgaste de la dentición los estudios concluyeron que se trataba de una hembra de unos 30 años de edad, de una estatura de 1,06 m y alrededor de 30 kg de peso. 

El cráneo es sumamente pequeño y en principio se asemeja al del chimpancé por su frente inclinada y su falta de mentón. Sin embargo, detalles algo delicados del rostro y el tamaño de las piezas dentales evocan elementos más modernos. La cadera es primitiva, como la que presentan los australopitecos, y las piernas son más evolucionadas, sugiriendo que eran seres exclusivamente bípedos. Los pies son proporcionalmente más grandes que los nuestros. 

El Homo floresiensis puede provenir del Homo erectus que se expandió hacia el sur de Asia y luego atravesó el archipiélago polinesio en épocas en las que el mar tenía muchísima menos altura y existían conexiones entre todos los territorios que ahora son islas. A pesar de que el Homo erectus poseía dimensiones semejantes al humano actual, los científicos explican que este clan que arribó a estos remotos lugares pudo quedar aislado una vez que el nivel de los mares inundó la zona, y esto los condicionó en cuanto a su estatura debido a la escasez de recursos. 

Lo que desconcierta al mundo científico es que un homínido con capacidades cognitivas limitadas por un cerebro pequeño haya sido capaz de movilizarse hasta estas regiones, ya que no se descarta del todo que pudieran haber usado primitivas embarcaciones en algunos casos. Así mismo, las evidencias muestran un grado bastante decente de conocimiento para lograr la fabricación de armas con las que lograban cazar en grupos a animales de mayor envergadura. Todo esto sugiere que el Homo floresiensis desciende del Homo erectus y que sufrió una involución en cuanto a sus dimensiones dadas las condiciones de aislamiento que tuvo que enfrentar en la Isla Flores. 

La capacidad craneal del individuo hallado en la Isla Flores es de solo 380 cc. Recordemos que el humano actual en este aspecto supera los 1300 cc; es decir, que es algo menor que la tercera parte del que poseemos hoy en día. Es por ello que este descubrimiento sigue alimentando la tesis de que aún los antepasados con cerebros pequeños también eran capaces de desarrollar habilidades que antes pensábamos estaban reservadas solo para individuos con mayores volúmenes de masa encefálica. Pareciera ser que la creencia de que a mayor cerebro mayor destreza no es enteramente cierta. 

A pesar de la ley de la biogeografía insular, esta no explica bien la reducción del tamaño cerebral de 800 c.c. en Homo ergaster (erectus) hasta los 400 cc de Homo floresiensis. Gracias a los descubrimientos en los yacimientos de Dmanisi de Homo georgicus, cuyo cerebro era de 600 c. c. aproximadamente y estrechamente emparentados con Homo habilis, los cuales salieron del continente africano hace 1.8 millones de años llegando hasta la isla de Java, sabemos que existieron en Asia homininos con cerebros más pequeños. Una reducción de 200 c. c., es decir de los 600 c. c. de H. georgicus a los 400 c. c. de H. floresiensis, no es tan drástica como pasar de los 1100 c. c. de H. erectus a 400 c. c., lo cual los situaría más cercanos a H. habilis que a H. ergaster - H. erectus. Sin embargo, la relación cerebro-masa corporal que presenta H. floresiensis es comparable a la de H. erectus, lo que indica que es improbable que las especies difieran en inteligencia. De hecho, los descubridores han asociado a la especie algunos comportamientos avanzados.

Estos comportamientos estarían asociados a la existencia de evidencias del uso del fuego para cocinar. La especie también ha sido relacionada con herramientas de piedra de la sofisticada tradición del Paleolítico Superior típicamente asociada con los humanos modernos, quienes con 1310-1475 cm³ casi cuadruplican el volumen cerebral de H. floresiensis (con una masa corporal incrementada en un factor de 2,6). Algunas de estas herramientas fueron aparentemente usadas en la caza necesariamente cooperativa del Stegodon enano local por esta pequeña especie humana. Igualmente en otro yacimiento llamado Mata Menge, el investigador Adam Brumm y sus colaboradores han detectado que las herramientas encontradas tienen importantes similitudes con las halladas en Liang Bua; presentando las herramientas de Mata Menge una datación que arroja la asombrosa fecha de «entre 840 000 y 700 000 años». Estas fechas, indican que Homo sapiens no pudo fabricar las herramientas descubiertas en Mata Menge, y con ello probablemente también las de Liang Bua; ya que la especie Homo sapiens no existía en esa época.

Además, la isla de Flores permaneció aislada durante la edad de hielo más reciente debido a un profundo estrecho, a pesar del bajo nivel marino que unió a buena parte del resto de Sondalandia. Este hecho ha llevado a los descubridores de H. floresiensis a concluir que la especie o sus antecesores solo pudieron haber alcanzado la isla aislada por medio de algún transporte marítimo, quizás llegando en balsas de bambú hace unos 100 000 años.

Estas evidencias observadas de tecnología avanzada y cooperación a un nivel humano moderno ha impulsado a los descubridores a proponer que H. floresiensis tendría casi con total certeza lenguaje. Estas sugerencias han resultado ser las más controvertidas de los hallazgos de los descubridores, a pesar de la probablemente alta inteligencia de H. floresiensis

H. floresiensis ciertamente coexistió con los humanos modernos, quienes llegaron a la región hace entre 35 000 y 55 000 años, durante un largo período, pero se desconoce cómo pudieron haber interactuado.

H. floresiensis  puede ser el origen y fuente de las historias sobre los Ebu gogo contadas entre los lugareños. Se dice que los Ebu gogo eran cavernícolas pequeños, de pelo largo especialmente en la cabeza y torso, con rostro simiesco y de lenguaje pobre, y presentarían el tamaño de H. floresiensis. Se creía ampliamente en su existencia en la época de la llegada de los holandeses hace quinientos años, e incluso algunas historias dicen que estas extrañas criaturas fueron vistas hace tan sólo un siglo. Del mismo modo, en la isla de Sumatra circulan leyendas sobre un humanoide de un metro de altura, el Orang Pendek, aunque son pocos los investigadores profesionales que las toman en serio, recibiendo más atención de la autodenominada criptozoología (disciplina cuyo enfoque suele ser pseudocientífico). Los investigadores del hombre de Flores, han señalado que el Orang Pendek y otros humanoides salvajes del folclore de Asia sudoriental podrían estar relacionados de alguna forma con relatos sobre antiguos encuentros con Homo floresiensis u otros homínidos enanos aún desconocidos.

 

 

La forma del cráneo se observa achatada en la frente y asoma protuberantes arcos superciliares. Además, hay ausencia del mentón, lo que se traduce en una apariencia que asemeja a un chimpancé. No obstante, y a pesar del tamaño de su cerebro, lo prodigioso de esta especie es que se puede decir que tenía una evolución muy avanzada, especialmente en lo que se refiere a su lóbulo temporal posterior. Esto ha sido subrayado por Dean Falk, profesora de antropología de la Universidad Estatal de Florida en Estados Unidos. Falk ha señalado que las pruebas de la presencia de ese pensamiento avanzado se evidenciaron en el examen del lóbulo frontal, sitio en el cual los seres humanos concentran esta actividad, así como en el lóbulo temporal, donde se gestionan los procesos cognitivos relacionados con la memoria y las emociones. A pesar de que pueda pensarse que lo diminuto de su cerebro no daba para tanto, esta especie era capaz de cazar en grupo, realizar utensilios y armas de piedras y, además, tenía dominio sobre el fuego. 

Así, al tener el espécimen tipo de esta especie encontrada, un esqueleto bastante completo, y un cráneo casi completo de una hembra de 30 años de edad y 1,06 metros de altura; no sólo presenta una drástica reducción en comparación con el H. erectus, sino incluso una talla algo menor que la del Australopithecus, un ancestro tres millones de años más antiguo y que no se pensaba previamente que se hubiese expandido más allá de África. Esto tiende a calificar a H. floresiensis como el miembro más «extremo» de la extensa familia humana; ya que serían ciertamente los más bajos y pequeños.

En relación a la estatura, H. floresiensis es también bastante diminuto comparado con el tamaño del ser humano moderno. La altura estimada de un H. floresiensis adulto es considerablemente menor que la altura media adulta de todas las poblaciones humanas modernas físicamente más pequeñas, tales como los pigmeos africanos (< 1,5 m), twa, semang (1,37 m para las mujeres adultas) o los andamaneses (1,37 m para las mujeres adultas). La masa es normalmente considerada más importante biofísicamente que una medida unidimensional de altura, y por dicha medida, debido a los efectos de escala, las diferencias son incluso mayores. Se ha estimado que en el espécimen tipo de H. floresiensis tenía unos 25 kg.

H. floresiensis además tenía brazos relativamente largos, quizás para permitir a esta pequeña criatura trepar a la seguridad de los árboles cuando lo necesitaba. Estos huesos del brazo, hacen que las inevitables comparaciones con los humanos modernos acondroplásicos (sobre 1,2 m) u otros enanos no sean válidas, pues estas personas no son proporcionalmente más pequeñas que las demás por regla general, sino que sólo tienen sus miembros más cortos.

 El Homo floresiensis aprovechaba las cuevas de piedra caliza para resguardarse; sin embargo, el importante aislamiento que significaba estar en territorio insular limitaba grandemente el riesgo de enfrentarse a depredadores inesperados. En cambio, y a pesar de asumirse que tuvo un limitado desarrollo cognitivo debido a las dimensiones de su cerebro, pudo poner a su favor los pocos recursos con los que contaba para sobrevivir por más de 80 000 años. 

A pesar de que todo apunta a que su antepasado directo es el Homo erectus — que alcanzó dimensiones similares al hombre actual—, la condición de aislamiento determinó esta suerte de involución en cuanto a tamaño. Sin embargo, es muy posible que el legado de este antepasado haya podido ser aprovechado plenamente por el Homo floresiensis, aún con un cerebro tan pequeño. 

En 2014, cuando el H. floresiensis fue descubierto, se pensaba que sobrevivió hasta hace 12000 años. Sin embargo, un trabajo estratigráfico y cronológico más extenso (Nature, 2016), ha llevado a la datación de la evidencia más reciente de su existencia a 50000 años atrás. Estas fechas son cercanas a cuando el humano moderno se acercó a esta zona del planeta, por lo que cabe la posibilidad de que hubieran contribuido a la extinción del H. floresiensis. Esto sería consistente con la desaparición de H. neanderthalensis de Europa hace unos 40,000 años, 5000 años después de la llegada de los humanos modernos. Otra teoría muy difundida tiene que ver con la actividad volcánica de toda esta zona, por lo que no es descabellado pensar que el despertar de algún volcán haya arrasado con todos los habitantes de la isla, que apenas cubre una superficie de 14 000 kms².

martes, 15 de septiembre de 2020

Dryas Reciente


 

Tomado de Wikipedia

Al final del Pleistoceno llovía abundantemente en el valle de México y la tierra era frondosa can abundante fauna de grandes animales. Debido a las sierras, los vientos húmedos del pacifico no llegan directamente tierra adentro y el patrón de lluvias depende de  sistemas meteorológicos de latitudes medias durante el invierno, y por sistemas tropicales en el verano. 

Hace unos 13,000 años el clima cambio bruscamente en lo que se conoce como el Dryas Reciente. El Dryas Reciente significó un rápido regreso a las condiciones glaciares en las latitudes más altas del Hemisferio Norte y Meso-América se volvió una tierra árida, entre hace 12.900 y 11.500 años. Esto contrasta con el calentamiento del deshielo que tuvo lugar en el interestadio anterior. Estas transiciones duraron aproximadamente una década. Las informaciones obtenidas de isótopos térmicamente fraccionados de nitrógeno y argón provenientes de núcleos de hielo de Groenlandia, indican que esta isla era unos 15 °C más fría que en la actualidad. En las islas Británicas, los fósiles de escarabajos indican un descenso de las temperaturas medias anuales de 5 °C y las condiciones periglaciares prevalecían en las tierras bajas y los glaciares en las tierras altas. Desde entonces, no ha habido ningún periodo de cambio climático abrupto tan grande, extendido o rápido.

El Dryas Reciente o Joven Dryas (en inglés Younger Dryas) fue una fase breve (de 1300 ± 70 años de duración) de enfriamiento climático a finales del Pleistoceno, entre 12 700 y 11 500 años atrás.12​ En la teoría climática Blytt-Sernander, el Dryas Reciente sucede al interestadio Bölling/Allerød y precede al Preboreal del Holoceno inferior. Toma su nombre de la flor alpina Dryas octopetala. Hay indicios del impacto del cometa Clovis hace 12 900 años en América del Norte que, según una hipótesis reciente, podría haber iniciado el enfriamiento del Dryas Reciente. 

Es difícil de determinar si el Dryas Reciente tuvo un alcance global, puesto que no existe una definición precisa de esta fase en todos los registros. En el oeste de Europa y Groenlandia, el Dryas Reciente es un período frío bien determinado. Pero es posible que las regiones tropicales del Atlántico pudieran haberse empezado a enfriar unos cuantos siglos antes; en Sudamérica no se encuentra un inicio bien claro, pero el final está bien definido. De manera similar, el enfriamiento del hemisferio sur conocido como Inversión Fría Antártica parece haber empezado un milenio antes del Dryas Reciente, y no tiene ni un principio ni un final bien definidos (entre 14 000 y 11 500 años) como se señala en el núcleo de hielo de Sajama. El clima andino volvió a las condiciones frías del último máximo glacial junto con una mayor precipitación (lagos en el altiplano andino).

Otros eventos de este período son:

  • La sustitución de los bosques escandinavos por una tundra glaciar (que es el hábitat de la Dryas octopetala).
  • Glaciaciones o incremento de la nieve en las cordilleras de cualquier parte del mundo.
  • Formación de capas de solifluxión y depósitos de loess al norte de Europa.
  • Más polvo en la atmósfera terrestre, proveniente de los desiertos asiáticos.
  • Sequía al este del Mediterráneo, lo que podría haber empujado la cultura Natufiense a inventar la agricultura.
  • El enfriamiento Huelmo-Mascardi del hemisferio sur empezó un poco antes que el Dryas Reciente y acabó al mismo tiempo.

La teoría más extendida mantiene que el Dryas Reciente fue causado por una reducción significativa o parada total de la circulación termohalina del Atlántico Norte debido a un flujo repentino de agua dulce.8​ El clima global se habría quedado atrapado en este estado hasta que la glaciación paró el flujo de agua dulce. Esta teoría no explica por qué Sudamérica se enfrió antes. Se ha sugerido que el flujo repentino de agua dulce procedería del lago Agassiz y del deshielo del manto glaciar Laurentino de Norteamérica. Sin embargo, otros estudios sugieren que la eliminación de las capas de hielo de esta región se produjo casi 1000 años más tarde y, por tanto, el drenaje del lago Agassiz probablemente no podría haber causado el Dryas Reciente.9​ En su lugar, esta ola de frío podría haber sido activada por un mayor flujo en el océano Ártico, por el estrecho de Fram al este de Groenlandia y, en última instancia, en la región oriental del Atlántico Norte, entre 12 900 y 12 800 años antes del presente, como sugiere el modelo de glaciar de Tarasov y Peltier.

Las glaciaciones anteriores probablemente no tuvieron eventos similares al Dryas Reciente, lo que sugiere que, sea lo que sea el mecanismo que lo provocó, tiene un componente de azar. Se especula que el Dryas Reciente podría haber sido causado o acelerado por el impacto del cometa Clovis



Se suele relacionar el Dryas Reciente con la adopción de la agricultura en el creciente fértil. El argumento principal es que el frío y la sequía del Dryas Reciente redujo la capacidad de carga de la región y obligó a la sedentaria cultura Natufiense a adaptarse a un patrón de subsistencia más flexible. Un deterioro todavía más severo del clima les podría haber obligado a cultivar cereales. Mientras que hay un cierto consenso en cuanto al papel del Dryas Reciente en los cambios de los patrones de subsistencia durante el Natufiense, todavía se debate su conexión con los inicios de la agricultura.

Los primeros humanos llegaron al Anáhuac aproximadamente hace 20 mil años, época en la que han sido fechados los descubrimientos en Tequixquiac, y más tardíamente en Tocuila y Tlapacoya.

lunes, 14 de septiembre de 2020

¿Es el idioma español sexista?

Según algunos, el lenguaje constituye un medio para reproducir o perpetuar creencias de género que desvalorizan o invisibilizan a las mujeres y lo femenino. Otros afirman que el lenguaje en sí mismo no es sexista, que el sexismo está en el uso y los significados que se le dan a ciertas palabras y conceptos.


 

Como ilustración del problema, tomemos el aforismo: el perro es el mejor amigo del hombre, que haciéndolo inclusivo se transforma en:
El perro y la perra, es el, y la, mejor amigo, y amiga, del hombre, y de la mujer.

El sexismo es un complejo fenómeno que se refleja en el lenguaje, pero que lo trasciende. Por ejemplo, no existe una versión femenina de la palabras hombría o viril. Podemos decir por supuesto que una mujer es valiente, pero tradicionalmente a los sexos se les asignan valores morales distintos. Esta actitud se refleja en la leyenda, seguramente apócrifa y por lo mismo significativa, de la caída de Granada, que cuando Boabdil coronaba el suspiro del moro, el sultán volvió la cabeza para ver su ciudad por última vez y lloró, escuchando de boca de su madre la Sultana: No llores como mujer lo que no supiste defender como hombre. Esta historia esta llena de ironía, porque el 25 de noviembre de 1491, el último emir musulmán, Boabdil, capitulo ante  Isabel de Castilla, una mujer.

El idioma español está marcado por las tendencias discriminatorias hacia el sexo femenino, especialmente en su sistema pronominal y en sustantivos que se refieren a ocupaciones y oficios que tradicionalmente han sido desempeñados solo por hombres. Sin embargo, actualmente en cualquier medio de comunicación masiva, es evidente que el idioma español se mueve hacia la sensibilidad sexista, en el uso genérico, en la utilización de una gran cantidad de terminología nueva que se refiere a la mujer y que complementan la existencia de un término excluyente. 

En el idioma español se considera al género como gramatical o anómalo y aunque los objetos inanimados utilizan los mismos marcadores gramaticales que los seres animados, la atribución de este a los sustantivos inanimados y los pronombres es completamente arbitraria, aunque el género masculino se considera dominante en español. 

En el plural, un grupo de objetos de género mixto tradicionalmente utilizan el género masculino. La Real Academia de la Lengua Española plantea que los plurales masculinos, los, ellos, estos, etc., designan una pluralidad de varones, pero también pueden designar conjuntamente una pluralidad de hembras y varones, cualquiera que sea el número de ellos y de ellas, lo que se produce en virtud de la idea general o genérica que es inherente al masculino. 

No solamente los plurales masculinos, como hijos, hermanos, pueden significar varones y hembras conjuntamente. El singular masculino hombre equivale a varón, pero también designa mujeres y varones, empleado como término general o genérico. Es decir, el hombre se puede referir a la raza humana. Cuando se dice "el hombre de neandertal," se incluye machos y hembras.

En español los sustantivos plurales que se refieren a ambos géneros utilizan la forma masculina plural del artículo. La propia naturaleza genérica del idioma español hace casi imposible utilizar un sustantivo sin marcar su género debido a la concordancia que se necesita con sus modificadores. 

En los pronombres del español, el género se marca en la primera, segunda y tercera personas del plural y aunque no existe un pronombre neutro como tal, el pronombre lo no se puede utilizar de manera inteligible mas que para referirse a conceptos abstractos, como por ejemplo lo bello , lo sobrenatural etc. Aunque los pronombres de la primera y segunda personas del plural se marcan genéricamente (nosotros, nosotras) no son tan proclives a resultar en lenguaje sexista como los pronombres de tercera persona. Esto pasa porque con menor frecuencia se refieren a grupos de individuos no específicos.

Esta ambigüedad del pronombre masculino es como el vaso medio lleno, o medio vacío.  Por un lado se entiende que es cierto sentido hace invisible a la mujer, en particular en campos donde tiene poco presencia, como la ciencia o la tecnología, al hablar del científico o el tecnologo. Por otro lado, los pronombres femeninos son enfáticos. Al decir ... nosotras, los científicos ... Es claro que se esta hablando de un grupo de mujeres, mientras que ... nosotros, los científicos ... es ambiguo en este sentido. Esta ambigüedad, ¿es a favor o en contra del hombre o de la mujer? ¿por qué hay que verlo como un conflicto entre sexos?

Se ha llegado a sugerir la creación de nuevos pronombres que no presenten los marcadores de género y sugiere “nosotres” aunque admite que utilizarlo en un discurso fluido seria difícil para el hablante e igual de irritante para el oyente, y aunque no existe una solución no sexista aparente para el uso de los pronombres de la tercera persona del plural, excepto el acuñamiento de nuevos pronombres sin género, la única solución seria utilizar ambos pronombres, lo que resulta en el uso incómodo de él y ella, ellos y ellas . 

Al considerar los términos ocupacionales en español es fácil darse cuenta de que casi todos se marcan genéricamente y parecen agruparse en 3 categorías, primero aquellos términos que tienen formas masculina y femenina idénticas, después los que se marcan gramaticalmente como masculinos y que no tienen una forma femenina correspondiente, y por último los términos que, aunque gramaticalmente ambiguos, se interpretan como masculinos.

Esa percepción de que el idioma español privilegia lo masculino es en parte un malentendido sobre los sustantivo comunes y una confusión del género gramatical con el género biológico o la orientación sexual. Por ejemplo, presidente, indica al o la que preside, sin indicar género, de la misma manera que cantante indica al que canta, la cantanta es simplemente una palabra que no existe. Actualmente se usa la presidenta por ignorancia de como se forma la palabra, pero el uso ha agregado esta forma al diccionario. 

No deben confundirse los términos género y sexo. La clasificación de la clase nominal en masculino, femenino y neutro es engañosa, ya que se trata de una clase a la que pertenece un sustantivo, y para la cual rige o realiza en sí mismo una flexión en algún otro elemento gramatical (en castellano, en determinantes, pronombres y adjetivos; en inglés, solo en pronombres, etc.). 

A veces, se usa la nomenclatura género natural (equivalente al sexo) para contrastar con género gramatical. En la frase Pedro es una visita muy molesta, la palabra visita tiene género gramatical femenino y género natural masculino. El género no está basado en el sexo biológico (extra gramatical), que sería masculino, sino en la clase a la que tal sustantivo pertenece, que es el género femenino. 

El género natural de los objetos inanimados es neutro, pero en castellano su género gramatical debe necesariamente ser masculino o femenino. Es erróneo y debe evitarse el uso de la palabra género (tanto en su significado gramatical, como en su significado sociológico) como sinónimo de sexo, que define una característica biológica de ciertas especies vivas Es verdad que en español el género masculino es la forma no marcada o inclusiva: la frase "los alumnos de esta clase" haría referencia a alumnos de sexo masculino y femenino; el género gramatical femenino es la forma marcada y por tanto resulta exclusiva o excluyente: la frase "las alumnas de esta clase" no haría referencia también a los de sexo masculino, sino solamente a las de sexo femenino. Sin embargo, el género gramatical (o existencia de clases nominales) es una característica arbitraria de los sistemas lingüísticos naturales, un sistema de clasificación nominal que poseen algunas lenguas en que los elementos nominales son clasificados dentro de un número finito de clases, para las cuales generalmente hay reglas de concordancia. 

El género gramatical no corresponde necesariamente con el genero biológico. Por ejemplo, la tortuga se puede referir a un espécimen macho. El género es una propiedad lingüística en un idioma, y no hay una necesidad lógica en su relación al sexo biológico. Aunque en ciertas lenguas (por ejemplo, las indoeuropeas) uno o varios de los géneros se usen mayoritariamente para uno de los sexos biológicos, seguramente en ninguna lengua del mundo para seres sexuados hay relación necesaria entre sexo biológico y el género de la palabra para designar al ser animado. Esto se debe, fundamentalmente, a que no hay correspondencia inmediata necesaria entre los significados de una lengua y la clase de entidades extralingüísticas. En las lenguas indoeuropeas, el número habitual de géneros varía entre dos y tres, normalmente masculino, femenino o neutro, de manera que concierta con una determinada flexión.

La arbitrariedad del genero gramatical resulta evidente para el que tiene que aprender una lengua extranjera como el francés o el alemán. Por ejemplo: el carro, la voiture, das auto.